SOÑEMOS, SÍ, SOÑEMOS
Queridos amigos/as
Soñemos, sí, soñemos. En medio de la nebulosa en que se encuentra la casa común de todos, os invito a soñar. Ya sé que existen las guerras, el hambre, las migraciones, la enfermedad, las rupturas de todo tipo… pero, hay un hilo de esperanza para descubrir un tiempo lleno de alegría que nos regala la resurrección de Jesús.
Este tiempo nos invita a soñar, como hijos de Dios, con una misma tierra que nos cobija a todos, con una humanidad que abre los ojos para ver la grandeza del ser humano y así formar un mundo lleno de amor, para construir con las manos abiertas unas escaleras que nos eleven y así tocar el corazón y la mente de muchas personas que se entregan en el dar y darse allí donde hay tristeza y dolor.
Soñemos con una Iglesia, que como continuadora de la obra de Jesús, sea capaz de cobijar a todos dentro de su tienda, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia experiencia vivencial de comunión; pero todos nos esforcemos en vivir unidos. Soñemos como una única humanidad, cada uno con su propia voz y con sus costumbres, pero todos hermanos para soñar juntos en las noches oscuras de la humanidad y así esperar el amanecer con la luz de un nuevo día.
La Pascua de Resurrección es vida, fuerza, esperanza, pero sobre todo descubrimos que la Vida ha vencido a la muerte y esto nos llena de alegría. Necesitamos recuperar la memoria de la fraternidad en nuestros tiempos y así podamos optar por una cultura del encuentro para que podamos sentirnos hermanos.
Soñemos con ser portadores de paz, alegría para ser voceros de la resurrección en el mundo y en todos los corazones. El mundo nos necesita para estrenar una nueva humanidad, donde la luz entre por las ventanas de los ojos y nos podamos ver y encontrarnos todos para compartir y gritar: Cristo ha resucitado. “Aleluya”.
Feliz Pascua de Resurrección
Fernando Jordán Pemán, Párroco
PARROQUIA INMACUALDO CORAZÓN DE MARÍA
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