HOMILÍA
Celebrada, el pasado domingo, la Solemnidad de Cristo Rey, comenzamos hoy el Tiempo del Adviento de la mano del evangelista San Marcos. En el horizonte cercano, tenemos la Navidad, la fiesta del Nacimiento de Jesús y, antes, como no podía ser de otra manera, la celebración de la Virgen Inmaculada, de la Madre que nos lo trae. Ella es la que mejor nos puede enseñar a esperar a su Hijo, eso sí, con la ayuda de los antiguos profetas del Antiguo Testamento y de las palabras de los apóstoles y discípulos de Jesús. Vivamos con intensidad este tiempo fuerte del Adviento leyendo la Palabra de Dios y participando, más habitualmente de lo normal, en la celebración de la Eucaristía.
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