HOMILÍA
Hemos escuchado las lecturas propias de este domingo que hace el número trece del tiempo ordinario. Terminamos el mes de junio y comenzamos los de julio y agosto, tiempo propicio para las vacaciones escolares y laborales. Pero, sabemos, tanto en unos meses como en otros, la Palabra de Dios llega hasta nosotros. También las vacaciones son momentos de encuentro con el Señor. Allí donde estemos, sea en una gran catedral o en una pequeña ermita perdida en el monte; estemos en una iglesia parroquial o en una basílica de renombre, Dios nos espera. ¡Ojalá que estos próximos días intensifiquen, más si cabe, nuestra vivencia religiosa, nuestra participación en la eucaristía!
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