AMARÁS A TU PRÓJIMO
En el llamado “Código de la Alianza” que recoge el libro de Éxodo encontramos varios preceptos y normas que debe cumplir el pueblo de Israel. Moisés habla en nombre de Dios y pronuncia enfáticamente “Así dice el Señor”, para introducir una serie de prohibiciones que tienen sus respectivas razones de ser.
No oprimir al extranjero, no explotar a viudas ni huérfanos, no practicar la usura, y devolver lo prestado, son expresiones concretas de amor al prójimo. El israelita tenía que relacionarse no solo con los de su pueblo sino también con extranjeros y forasteros con amor, justicia y fraternidad.
El Dios de Israel se presenta como un Dios compasivo, que escucha al pobre, al huérfano, la viuda, al extranjero o al necesitado. Es un Dios cercano que no se desentiende del sufrimiento ni de las necesidades de sus criaturas. Podemos preguntarnos hoy:
¿Qué imagen de Dios subyace en nuestros modos de relacionarnos con los demás?
Fr. Edgar Amado D. Toledo Ledezma, OP
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