Categoría: "COMENTARIOS BÍBLICOS"
Santísima Trinidad, ciclo A.
Dios se nos presenta en la historia como “Padre”, es decir, como alguien que siempre está dando sin medida su misma vida a su Hijo. Es tan “padre” que su paternidad la ofrece también a los que son hombres como su Hijo, pues éste se ha hecho hombre entre los hombres.
Pentecostés, ciclo A.
Estaba yo un día sentado cerca del monte Toranzo, a la orilla del río Araviana, saqué del agua una piedra hermosa, dura, redonda y la rompí. Su interior estaba completamente seco. Esta piedra llevaba años dentro del agua, pero el agua no había penetrado en ella.
Lo mismo ocurre con nosotros los cristianos. Siempre inmersos en el Espíritu pero, tal vez, por dentro secos.
Ascensión, ciclo A.
De este evangelio de San Mateo, en esta festividad de la Ascensión, sacamos tres ideas importantes:
Domingo 6º Pascua, ciclo A.
En estos pocos versículos del evangelio de hoy, se repite por cuatro veces el verbo “AMAR “. Naturalmente, no se trata de un mero “amor humano”, sino de un amor divino. “Yo rogaré al Padre y os dará el Espíritu Santo” (v 16). Con la presencia del Espíritu, Jesús puede ya marchar tranquilo al cielo.
Domingo 5º Pascua, ciclo A.
- – ¡Señor, muéstranos al Padre y nos basta!
Esta bella expresión de Felipe no podría entenderse sin una constante referencia de Jesús al Padre. (25 veces en solo este capítulo). Para Jesús su Padre lo es todo. Con razón decía que no tenía casa. Era el Padre el cielo que le cobijaba, el suelo que le sostenía, el aire que respiraba, el pan que le alimentaba, el vino que le alegraba y la almohada donde reclinaba su cabeza en momentos de agobio y de fatiga. Tan penetrado está de la presencia del Padre que “el que ve a Él está viendo al Padre”. Cuando Jesús se define como Camino, Verdad y Vida, significa: camino hacia el Padre; verdad del Padre y vida en el Padre.