Categoría: "EVANGELIO COMENTARIOS"
12 Domingo Ordinario
Cada vez más el ser creyente es una cuestión personal que uno decide en lo profundo de su ser. Tan sólo se puede seguir siendo creyente si uno se ha encontrado personalmente con Jesús y ha descubierto en él el sentido de la vida. Creer en Jesús, en efecto, es poder confiar totalmente en él, como él confió en Dios Padre. El creyente experimenta que Dios no le falla mientras en las relaciones humanas estamos expuestos a los mayores engaños y frustraciones.
DOMINGO XI TIEMPO ORDINARIO C
Han quedado atrás la Pascua, con su mensaje de Vida y de Resurrección, o las solemnidades de la Santísima Trinidad y del Corpus Christi. Ahora, inmersos en la liturgia del Tiempo Ordinario, seguimos de cerca a Jesús meditando sus palabras, observando sus signos y –sobre todo– estando atentos a su programa: ¡Dios es amor!¡Dios es perdón!
1.En dos ocasiones, Jesús, fue ungido: por la mujer pecadora (cuyo relato hemos escuchado en este Domingo) y en Betania, poco antes de que Jesús fuera detenido.
El fondo del evangelio de hoy, entre otras cosas, nos anima a cambiar de modo de vida. Es posible, ante la presencia del Señor, mudar de actitudes, superar situaciones anómalas que pueden existir en nuestra conducta. Superar aquellos puntos oscuros que, tal vez, no nos dejan dormir o vivir en paz.
10º Domingo Ordinario
Las muertes prematuras causan en nosotros una impresión de una injusticia irreparable. A pesar de los avances de la medicina, somos impotentes ante la realidad de la muerte, que sigue llevándose muchas personas antes de tiempo. En nuestro corazón hay el deseo, sin duda puesto por Dios, de vivir para siempre. Todos creemos que hemos sido hechos para la vida y no para la muerte. El Señor sostiene nuestra débil esperanza a través de las intervenciones milagrosas que muestran su poder sobre la vida y la muerte.
CORPUS CHRISTI
Lo de ofrecer pan y vino venía desde antiguo, desde el mismísimo Melquisedec. Lo que es una completa novedad es que el pan y el vino ofrecidos como signo de nueva alianza se transformen, sean y permanezcan como el Cuerpo y la Sangre del Señor. Aquí está la razón para asombrarnos por segundo domingo consecutivo, en esta ocasión celebrando la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor, que es fiesta de la pobreza de Jesucristo y de la riqueza de la Iglesia.
Santísima Trinidad
Jesús ha sido tan ingenuo y tan infantil que nos ha contado todo lo de su familia y nos ha introducido hasta lo más íntimo de ella pues sabía que no había trapos sucios que ocultar. Es él el que nos ha hablado de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nosotros, los creyentes, conocemos esas personas y tenemos una relación familiar con ellas pues nos han acogido en su casa como a hijos queridos. Sabemos que no viven en un castillo misterioso sino que todo es tan transparente como el amar y ser amado. De la mano de Jesús hemos aprendido a relacionarnos personalmente con cada una de las personas de la Trinidad.