Categoría: "HOMILIAS"
HOMILÍA
Hace apenas dos días, nuestra comunidad cristiana era invitada a reunirse aquí en la Iglesia para hacer memoria de Santa María, nuestra Madre, bajo esa advocación tan querida, por todos nosotros, de Virgen del Pilar. El próximo domingo nos reuniremos de nuevo para celebrar el DOMUND, el domingo de las misiones, de los misioneros. Haremos la tradicional colecta para seguir haciendo posible la inmensa labor evangelizadora y humanitaria que ellos realizan en nuestro nombre. No podemos permanecer ajenos hoy al drama de la guerra que está afectando, en más o menos medida, a distintos pueblos de la tierra.
HOMILÍA
Hemos escuchado las lecturas de este domingo, veintisiete del tiempo ordinario. Dentro de unos días, celebraremos la festividad de nuestra Señora del Pilar, no sin antes haber comenzado las llamadas “Clases de Teología” para adultos y de haber invitado a los niños y a los adolescentes a apuntarse a la catequesis de preparación para la Primera Comunión y la Confirmación. Octubre, lo sabemos, es el mes del Rosario, el mes de las misiones, del Domund. Es también el mes de la etapa universal del Sínodo con esa Asamblea General del Papa con los Obispos de todo el mundo. Recemos por todas estas intenciones.
HOMILÍA
Comenzamos el mes de octubre, mes del Rosario, y seguimos reflexionando sobre las lecturas de este tiempo ordinario que, cada domingo, se nos proclaman. Pidamos a Santa María, nuestra Madre, que, lo escuchado, se haga vida en nosotros, que cale en lo más profundo de nuestro ser, que nos ayude a crecer en nuestra fe, que haga posible que, nuestro testimonio cristiano, impacte en las vidas y en las personas de aquellos con los que convivimos. Como alguien dijo un día: “Nosotros somos el único evangelio que muchos van a tener la oportunidad de leer.” Procuremos ser fieles al original.
HOMILÍA
En este domingo, veinticinco del Tiempo Ordinario, la Iglesia celebra la llamada “Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado” con el lema: “Libres de elegir si migrar o quedarse”. En ocasiones, sabemos, es muy duro tener que dejar la propia tierra y la familia, para ir a un lugar lejano en busca de unas mejores condiciones de vida. Bueno es que, los que los recibimos, lo hagamos con la hospitalidad y la acogida con la que a nosotros nos gustaría que otros nos aceptaran. Ellos son hermanos que nos necesitan. Abramos nuestros brazos para atenderles.
HOMILÍA
Avanzamos, poco a poco, en el nuevo curso pastoral y la Palabra de Dios de este domingo, veinticuatro del Tiempo Ordinario, nos ayuda a vivirlo de una forma más intensa y eficaz. Nada podremos hacer si, el comportamiento personal de cada uno de nosotros, no es capaz de superar, con la ayuda de Dios, todo lo que nos está separando de él y de los demás. Procuremos todos ser un poco mejores para que, las distintas actividades que realicemos, sean como el Señor espera.