Categoría: "HOMILIAS"
HOMILÍA
Después de habernos reunido para celebrar comunitariamente, en estas semanas pasadas, la solemnidad de la Ascensión de Jesús a los cielos y, la no menos importante, de Pentecostés que nos recordaba la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles reunidos con María, hoy la Iglesia nos invita a vivir con intensidad otra solemnidad: la de la Santísima Trinidad. Un día en el que hacemos memoria de ese Dios que, tal como aprendimos en el catecismo, es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
HOMILÍA
El Jesús que asciende al cielo, el Jesús que desaparece de la vista de los suyos, no les deja solos y abandonados a su suerte. Antes de que eso suceda, en varias ocasiones les promete el envío del Espíritu Santo que les recordará lo que él les ha dicho, que les fortalecerá, que les animará, que pondrá una luz en sus mentes y en sus corazones para que sepan el camino que deben seguir. Ese Espíritu Santo será el alma de la Iglesia naciente. Sin él, nada de lo que ha sido, hubiera sido posible.
HOMILÍA
La fiesta de la Ascensión de Jesús a los cielos es uno de los días más entrañables que venimos celebrando los cristianos a lo largo del año litúrgico. Sabemos que, llegado el momento, Jesús dejó de estar visiblemente presente en medio de los suyos. Eso no significaba, ni mucho menos, que les dejara solos y abandonados. En muchas ocasiones les había prometido que, cuando él faltara, les enviaría la fuerza y la ayuda del Espíritu Santo y, sus últimas palabras, no dejaban lugar a dudas: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos.” Hoy nosotros seguimos creyendo en esta promesa.
HOMILÍA
El sexto domingo de Pascua, que estamos celebrando, recibe también el nombre de “Pascua del Enfermo” continuación de la “Jornada Mundial del Enfermo” que celebramos la pasada fiesta de la Virgen de Lourdes, en el mes de febrero. Este año lo hacemos con el lema: “Déjate cautivar por su rostro desgastado” pensando en tantas personas mayores que lo han ido dando todo y que merecen el respeto y la consideración de toda la comunidad cristiana y de toda la sociedad.
HOMILÍA
El tiempo pascual avanza camino de Pentecostés. Bueno es que vayamos recordando el mensaje que las lecturas de este quinto domingo nos han presentado hoy, con el mes de mayo recién comenzado. Un mes que nos invita a mirar a la Virgen María, a los jóvenes que recibirán la confirmación, a los niños que se acercarán por primera vez a la mesa de la eucaristía, a los de la tercera edad que desean ser fortalecidos con el sacramento de la Unción de los Enfermos, a tantos que peregrinarán a las ermitas que rodean nuestros pueblos.