« PLEGARIA EN EL 2º DOMINGO CUARESMA |
Abr
13
TOMÁS ESTABA TRISTE
“Tomás, triste, melancólico y desesperanzado, no ve posible lo que los otros ya han visto ¡Hemos visto al Señor! El apóstol no los mira a la cara. Mira al suelo, busca los rincones de la casa, la soledad del corazón, se esconde de los demás, se encierra en su triste tristeza y se cierra a la confianza.
¡No lo creo! ¡No es posible! ¡Está muerto y enterrado! ¡Ya todo se ha acabado! ¡Su vida ya pasó! Si no veo la señal de los clavos…, y si no meto mi dedo en esa señal… y mi mano en su costado, no creeré”
Y, a los ocho días, todo cambió: “Señor mío y Dios mío”…
(Acercarse a Jesús 3, Josep María Torras).