« PLEGARIA EN EL 2º DOMINGO CUARESMA |
DEJÁNDOLO TODO, LO SIGUIERON
«Dijo a Simón: “No temas: desde ahora serás pescador de hombres”». Por fin, llega el momento definitivo: la llamada divina. ¿No escuchas tú la voz que resuena sobre las olas del mar de Tiberíades? Como a Pedro, también nos llama a cada uno de nosotros. Cada uno en su orilla, con su propia barca. Jesús pasa por nuestra orilla, nos mira a los ojos y, sonriendo, pronuncia nuestro nombre. Tiene para ti una misión divina: ser «pescador de hombres».
Hace 2.000 años hizo esta propuesta a un humilde paisano de Galilea. Una propuesta que le cambió la vida: «dejándolo todo, lo siguieron». Desde entonces, esa llamada sigue resonando en el corazón de todos los valientes, dispuestos a emprender una apasionante e inesperada aventura. Ganar almas para Cristo, ¿hay algún otro oficio mejor?