Categoría: "PLEGARIAS"
HE LLAMADO A TU PUERTA
He llamado a tu puerta, he gritado a tu corazón, para el lecho tener cerca, para disfrutar su calor. ¿Por qué me rechazas? ¡Ábreme hermano!
¿Por qué me interrogas si soy de África, América, Asia o Europa? ¡Acógeme hermano! ¿Por qué me preguntas el tamaño de mi nariz, el grosor de mis labios, el color de mi piel, el nombre de mis dioses? ¡Abrázame hermano!
Franquéame tu puerta, ensancha tu corazón, sólo soy un hombre: el hombre de siempre, el hombre de los cielos, el hombre que se te parece
(Felipe Filombe. Poeta camerunés)
SER SAL y LUZ
Lo sé. Soy sal y luz; sal para salar y luz para alumbrar. Lo mío es deshacerme como la sal salando a los demás, y consumirme como el fuego, alumbrando y calentando a los demás. Lo mío es ser salero de la vida y clarear el horizonte de la historia, de la historia cotidiana de cada día. Lo mío es ser digno hijo tuyo.
(Florentino Ulibarri)
¡SED BIENAVENTURADOS!
Soñemos con hacer realidad la utopía de Jesús, para que sean felices en adelante los que ahora son pobres, para que no sufran más los que hoy pasan hambre y sed, para que rían de felicidad los que hoy se sienten tristes y amargados. También queremos ser felices nosotros mismos; es lo que Tú quieres, pero sabemos que no hay otro modo de alcanzar nuestra propia felicidad que tratando de hacer felices a los demás.
Rafael Calvo Beca
CAMINANDO HACIA LA UNIDAD
«Señor Jesús, Tú que, en vísperas de morir por nosotros, oraste para que tus discípulos fueran perfectamente uno, haznos sentir la infidelidad de nuestra desunión. Danos lealtad para reconocer y coraje para rechazar lo que hay en nosotros de indiferencia, de desconfianza e incluso de muda hostilidad.
Concédenos reencontrarnos todos en ti, para que, de nuestras almas y nuestros labios, ascienda incesantemente la oración por la unidad de todos, como tú la quieres, por los medios que tú quieres. En ti, que eres la caridad perfecta, haznos encontrar el camino que conduce a la unidad, en obediencia a tu amor y a tu verdad. Amén.
Padre Paul Couturier
INFANCIA MISIONERA
Querido Jesús, eres “uno para todos”, y somos “todos para ti”.
Siendo como somos, todos diferentes, queremos estar siempre unidos, cuidándonos unos a otros, acompañando y ayudando al que está más triste y solo.
Nuestra familia, la Iglesia, quiere seguir creciendo más para que todos los niños sepan lo mucho que les estás queriendo.
Cuídanos siempre, Jesús, para poder anunciar en cualquier rincón del mundo: “¡Jesús te está esperando para poderte abrazar!” Amén