LA MOTA Y LA VIGA
Tus palabras, Jesús, me han hecho pensar: “¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano”.
¡Ayúdame a reconocer mis defectos y mis pecados antes de criticar los defectos y pecados de mi prójimo! No dejes que use distintas varas de medir cuando hablo de mi prójimo y cuando me miro a mi mismo. Que sepa ser compasivo y comprensivo con los demás. Solo así podré pedirte que tú, Señor, seas también compasivo y comprensivo con mis fallos y pecados.
CJJ
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