¿ENTRE LOS SALVADOS?
En su día, cuando caminabas por los pueblos y senderos de tu tierra, alguien te hizo una pregunta: “Señor ¿Son pocos los que se salvan?” Y tú no quisiste darle una cifra. Más bien, insististe en que era necesario esforzarse por alcanzar esa salvación. Una salvación que se hará realidad cuando te dejemos entrar en nuestro corazón y abramos nuestros ojos a las necesidades y a los problemas de aquellos que están a nuestro lado. ¡Ojalá que, al final, sean muchos los que se salven! Gracias, Señor, por invitarnos al hogar caliente de tu casa del cielo. No dejes que desaprovechemos la oportunidad.
CJJ
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