CRUCES PROPIAS Y AJENAS
Llevando a cuestas, al hombro, nuestra cruz, siempre podremos ver a otros que necesitan de nosotros para llevar la suya. Ello va desde el simple apoyo emocional, de solidaridad, de amor, hasta la solución de problemas a nuestro alcance, que puede ser material o económica. Dar consejo a quien flaquea en su fe, o a hijos–problema para los padres, orientar a quien se equivoca, ayudar a conseguir un trabajo y mucho más, es como podemos ayudar con cruces ajenas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.