HOMILÍA
Celebra hoy la Iglesia el domingo de la Santísima Trinidad, un domingo lleno de romerías y, entre nosotros, una solemnidad que nos trae el regalo de un nuevo Pastor para nuestra Diócesis de Jaca: Monseñor Pedro Aguado Cuesta presidirá, desde ahora, nuestro caminar como comunidad cristiana. Bueno es que le encomendemos al Señor, que le acompañemos, en el día a día, en su labor pastoral y que, junto a la plegaria por sus intenciones, pongamos también nuestra colaboración desinteresada por el bien de la Iglesia. Nosotros le necesitamos él pero él también espera que arrimemos el hombro desde nuestras parroquias.
La primera lectura la hemos tomado del libro de los Proverbios. Nos ha hablado de esa Sabiduría que acompañó a Dios desde el principio mientras creaba el universo e iba dando forma a todo cuanto existe. Hemos escuchado palabras como estas: “Cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él, como arquitecto, y día tras día lo alegraba, todo el tiempo jugaba en su presencia: jugaba con la bola de la tierra, y mis delicias están con los hijos de los hombres”. Pidamos al Señor ese don del Espíritu que es la Sabiduría.
La segunda lectura, de San Pablo a los Romanos nos ha recordado dos frases dignas de ser recordadas: Una, que estamos en paz con Dios por medio de Jesús y, otra, que su amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado. Amemos a Dios, sí, pero, también, sintamos cuánto nos quiere él.
El relato del evangelio de Juan ha hecho memoria de las tres divinas personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nuestra plegaria puede ir dirigida a cada una de ellas por separado o a todas en su conjunto, como estamos haciendo hoy. Que, en esta fiesta, la Santísima Trinidad bendiga a nuestro nuevo obispo Pedro y a las diócesis que se le han confiado.
Debe estar conectado para enviar un comentario.