HOMILÍA
Las lecturas de este domingo treinta y dos del tiempo ordinario nos trae un mensaje de Jesús que nos debe hacer pensar: el que da de lo que necesita, da más que el que reparte de lo que le sobra. ¡Cuántos ricos echaban grandes cantidades de dinero en el cepillo del templo mientras que una pobre viuda, depositando incluso lo que necesitaba para vivir, estaba dando, de hecho, mucho más que esos ricos! Fue la viuda pobre la que se llevó los elogios de Jesús. Cuando nos toque dar, demos con el corazón. Seamos como la viuda cuando se nos solicite ese dinero para ayudar a los que están sufriendo en la zona de Valencia o para nuestra comunidad diocesana.
Hoy, como sabemos es el Día de la Iglesia Diocesana. Nuestro Administrador Apostólico, Don Vicente, nos ha escrito con este motivo una carta que, entre otras cosas, nos dice: “En esta Jornada estamos convocados a dar gracias a Dios por pertenecer a la Iglesia Diocesana y estamos llamados a orar con más intensidad por nuestra Diócesis de Jaca, que peregrina en esta bendita tierra de Aragón, por el administrador apostólico, los sacerdotes, las personas consagradas, los fieles laicos, seminaristas, para que vivamos con fidelidad nuestra propia vocación y misión.”
“Por otra parte, para que nuestra Diócesis de Jaca pueda cumplir su misión evangelizadora, acompañando a todos y ayudando a los que más lo necesitan, es imprescindible la colaboración económica de los católicos y de todas las personas que necesitan su labor. Las formas de colaboración son varias, con donativos, con las colectas, con la X en la campaña de la Declaración de la Renta, con una cuota periódica: es la mejor forma de colaboración económica. Nuestra Iglesia Diocesana de Jaca necesita tu oración, tu ayuda y tu compromiso económico.”
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