HOMILÍA
La Iglesia celebra el 11 de mayo, domingo del Buen Pastor y cuarto de Pascua, la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de las Vocaciones Nativas con el lema, «Para el Señor, en los hermanos». El lema de esta Jornada fue la respuesta a la pregunta “¿Para quién soy?” en el Congreso de Vocaciones que se celebró el pasado mes de febrero en Madrid y que convocó a más de tres mil personas de Iglesia. Los participantes respondieron con unanimidad con esta frase clave: Soy «Para el Señor, en los hermanos».
Además de estas Jornadas es bueno que repasemos el contenido de las lecturas que acabamos de escuchar. La primera de ellas la hemos tomado del libro de los Hechos de los Apóstoles. Nos ha contado los primeros trabajos misioneros de la naciente Iglesia. Una Iglesia que proclamó su mensaje al mundo judío, en primer lugar, pero que, tras un rechazo inicial, optaron por anunciar el Evangelio a los gentiles, a los llamados “pueblos paganos”. Esta misión evangelizadora no ha terminado todavía y hoy nos toca a nosotros darle continuidad.
La segunda lectura, del libro del Apocalipsis, ha hecho referencia a la multitud de hombres y mujeres que forman parte de la Iglesia: “Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.” Estos días, representantes de todos ellos, se han reunido en Cónclave, en Roma, para elegir a un sucesor de Pedro.
Él fue el que, siguiendo los pasos de Jesús, ejerció el cargo de Pastor de los creyentes en Cristo. Pidamos por los que son llamados a ser buenos pastores. Que el Espíritu Santo los asista con su fuerza y su luz para que, con la palabra y el testimonio, transparenten al Resucitado.
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