JESÚS PERDONA, COMPRENDE, ACOGE, DEFIENDE…
Jesús abre su corazón infinito, dulce y misericordioso para perdonar todas las heridas morales de esta mujer. Pero no sólo la perdona, sino que la comprende, la acoge, la defiende. Yo creo que, más que el mismo perdón – que ya es un gesto inmenso – lo más maravilloso de todo es la manera como lo ofrece: con un respeto infinito, una dulzura increíble, una comprensión inimaginable. Jesús no se escandaliza ni pone el grito en el cielo porque «esta mujer ha sido sorprendida en flagrante delito de adulterio». Palabras textuales de los fariseos.
Jesús no. Él calla. Se mantiene sereno. Finge no oír las acusaciones. Se inclina y escribe en la tierra como para hacerse el desentendido. Hace la vista gorda y parece no ver ningún mal. Perdona. Comprende las miserias humanas.
Sergio Cordova LC
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