PARA EL SEÑOR, EN LOS HERMANOS
Te damos gracias, Dios Padre nuestro, por la llamada bautismal a ser tú pueblo, «asamblea de llamados».
Te respondemos otra vez con nuestro «sí», para ser fieles al Evangelio de tu Hijo, Jesucristo, y a nuestra vocación.
Danos el deseo de anunciar «la vida como vocación» y ofrecernos a tu servicio en la vida consagrada, en el sacerdocio, en el matrimonio, en la tarea misionera y en el compromiso apostólico laical.
Llena nuestros corazones con tu Espíritu de sabiduría y discernimiento para que nuestra «pastoral de la llamada», tan rica en vocaciones y carismas, sea un testimonio de tu presencia entre nosotros.
Con Santa María, Virgen Inmaculada y Madre de la Vocación, con el apóstol Santiago, amigo del Señor, y animados por la riqueza de tantos mártires y santos de nuestra tierra te decimos: «Aquí estamos para hacer tu voluntad». Amén.
Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y Vocaciones Nativas
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