HOMILÍA
Las lecturas de este domingo corresponden al sexto domingo del tiempo Pascual. Un tiempo que está llegando a su fin. Dentro de unos días, haremos memoria de la Ascensión de Jesús a los cielos. Pronto también celebraremos la fiesta de Pentecostés en la que recordaremos la venida del Espíritu Santo. Y, para que no falte nada, la Solemnidad de la Santísima Trinidad. En todos estos días, habrá romerías, primeras comuniones, la Orosiada que nos acercará, un año más, a la figura de Santa Orosia, patrona de nuestra diócesis de Jaca. Y recibiremos con alegría a un nuevo Pastor en la persona de Pedro Aguado Cuesta.
La primera lectura la hemos tomado del libro de los Hechos de los Apóstoles que nos ha hablado de las dificultades con las que pronto se encontró la primitiva comunidad cristiana. Muchos procedían del mundo judío, otros del mundo pagano. Los primeros querían que los paganos, que se hacían cristianos, debían adoptar los usos y costumbres de la religión judía. No todos estaban de acuerdo. Por eso, los apóstoles se reunieron para dirimir la cuestión y se llegó a la conclusión de que lo que nos salva a todos es la Fe en Jesús y que, por eso, los paganos que se hacía cristianos, no tenían que adoptar previamente el judaísmo.
La segunda lectura, del libro del Apocalipsis, nos ha comentado el pasado de la Iglesia, con las doce tribus de Israel y el presente con los doce apóstoles del cordero. Vivamos el hoy de nuestra Iglesia que ha recibido del Señor un nuevo pastor en la persona del Papa León catorce.
El relato del evangelio nos ha seguido insistiendo en el amor que ha de ser nuestro signo distintivo. Pero también hemos escuchado la palabra paz: “La paz os dejo, mi paz os doy” decía Jesús. El amor y la paz han de ser la base de nuestra vivencia cristiana como nos ha ido recordando, en estos días pasados, nuestro Papa León. Junto con la unidad.
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