¿TAMBIÉN VOSOTROS QUERÉIS MARCHAROS?
Jesús pide a los Doce que elijan: “¿También vosotros queréis marcharos?” Y se nos presenta la elección de Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna”. Pedro parece coincidir con Chesterton: “Pero, ¿cómo vamos a dejarte y seguir a alguien que nos ofrezca un camino fácil, pero vacío o superficial?”.
Pedro se equivocará después varias veces, negará a Jesús…, pero –reconociendo sus fallos– nunca se arrepentirá de haber elegido a Jesús. Por cierto, no hay que olvidar que dudar eternamente y no elegir… ya es una elección. Seguramente es la peor.
Debe estar conectado para enviar un comentario.