« PLEGARIA EN EL 2º DOMINGO CUARESMA |
¡Dios te salve, María!
Te saludamos con el Ángel:
Llena de gracia.
El Señor está contigo.
Te saludamos con Isabel:
¡Bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre!
¡Feliz porque has creído
a las promesas divinas!
Te saludamos con las palabras del Evangelio:
Feliz porque has escuchado
la Palabra de Dios y la has cumplido.
¡Tú eres la llena de gracia!
Te alabamos, Hija predilecta del Padre.
Te bendecimos, Madre del Verbo divino.
Te veneramos, Sagrario del Espíritu Santo.
Te invocamos; Madre y Modelo de toda la Iglesia.
Te contemplamos,
imagen realizada de las esperanzas
de toda la humanidad.
¡El Señor está contigo!
Tú eres la Virgen de la Anunciación,
el Sí de la humanidad entera
al misterio de la salvación.
Tú eres la Hija de Sión
y el Arca de la nueva Alianza
en el misterio de la visitación.
Tú eres la Madre de Jesús,
nacido en Belén,
la que lo mostraste a los sencillos pastores
y a los sabios de Oriente.
Tú eres la Madre
que ofrece a su Hijo en el templo,
lo acompaña hasta Egipto,
lo conduce a Nazaret.
Virgen de los caminos de Jesús,
de la vida oculta y del milagro de Caná.
Madre Dolorosa del Calvario
y Virgen gozosa de la Resurrección.
Tú eres la Madre de los discípulos de Jesús
en la espera y en el gozo de Pentecostés.
…
Juan Pablo II