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XXIX DOMINGO ORDINARIO
Hoy, en toda la Iglesia, se nos invita a mirar a las misiones. A encontrarnos con los misioneros. Esos hombres y mujeres, mayores y jóvenes, religiosos y seglares, que están anunciando el Evangelio y necesitan el respaldo de toda la Iglesia, que los envía a anunciar a Jesucristo.
El Evangelio de este Domingo termina con una frase de Jesús, que pone escalofríos en el corazón de los creyentes: "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?" Jesús quiere animar el impulso misionero. Y desde las dificultades de la evangelización, en un mundo tan dominado por la indiferencia y el ateísmo nos lanza este reto a los cristianos. Y gracias a estos hombres de Dios, que son los misioneros, la fe sigue creciendo en el mundo.
"¿Basta admirarles? ¡Ayúdales!"
Es el lema de este Domingo Misional. Nuestros misioneros, que son el orgullo de la Iglesia, trabajan en silencio, en los rincones más perdidos de la geografía del mundo. Son héroes anónimos. Asumen una cultura, una o varias lenguas y unas costumbres distintas. Y allí consagran su vida al servicio de los más pobres. De vez en cuando, saltan del silencio a los medios de comunicación y causan admiración.
Recientemente, con motivo de la tragedia de Ruanda, con tantos muertos y exiliados, con el asesinato de religiosas y religiosos en países árabes y su deseo de no abandonar por peligro aquella tierra, que han hecho suya, todo el mundo occidental se ha hecho eco de la valentía y el servicio humanitario de nuestros misioneros/as. Hasta se les concedió, por el interés periodístico, que despertaron sus vidas, el "Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y Comunicación".
Por todo eso se pregunta el "slogan": "¿Basta ayudarles?". Está claro que no. "¡Ayúdales!". Necesitan nuestra colaboración, para que sigan a manos llenas, sembrando en el mundo el regalo de Dios: el Evangelio de Jesús, que llena de esperanza las vidas de los hombres.
La oración es la mejor ayuda
El Evangelio nos da la consigna de rezar. "Orar siempre sin desanimarse". En otra ocasión nos había dicho Jesús: ""La mies es mucha, los obreros pocos. Rogad, pues, al dueño de la mies, que envíe operarios a su mies" (Mt.9.37.38). Y ahora con esa parábola del juez injusto, que por fin hace justicia a la mujer pobre, nos insiste en las dos actitudes de toda oración: confianza y perseverancia.
Y esta página evangélica viene preparada por la Lectura del Éxodo. Los ejércitos de Israel vencían en la batalla, mientras Moisés con las manos levantadas, oraba ante Yavé. Es todo un símbolo para este día. La batalla de la fe la dan los misioneros. Pero somos nosotros, toda la Iglesia, los que rezamos cada día, para que "venga a nosotros su Reino". Es significativo, que los dos Patronos de las Misiones, sean San Francisco Javier, que en pocos años gastó su vida predicando el Evangelio, en lejanas tierras. Y una mujer contemplativa, joven enferma, que no dio un paso, ni en la salud ni en la enfermedad, sin pensar en las misiones.
Otras ayudas
– Generosidad en la colaboración económica. Las Obras Misionales Pontificias tienen que ayudar en todo a los misioneros. La vida de cada día, los desplazamientos, levantar Capillas, mantener los Seminarios, ayudar a catequistas seglares... La Colecta de este día se hace con esa finalidad. Se nos invita a corresponder a nuestra fe, siendo generosos para que a otros les llegue esa misma fe.
– Inquietud por las vocaciones misioneras. El Papa Juan Pablo II nos decía en la Enc. Redemptoris Missio: "Debemos preguntarnos por qué en varias naciones, mientras aumentan los donativos, se corre el peligro de que desaparezcan las vocaciones misioneras, las cuales reflejan la verdadera dimensión de la entrega a los hermanos" (Rm.79)
– Sentir como propia la causa de las misiones. Nuestra Iglesia, –sacerdotes y laicos–, tenemos el riesgo, con tantos problemas y necesidades, de no ver más allá de lo inmediato. Sentir la causa misionera es una respuesta comprometida y agradecida al ¡Creo en Jesús y en su Iglesia!
¡Santa María, Madre, ensancha nuestro corazón!
+ MONS. JOSÉ MARÍA CONGET