« PLEGARIA EN EL 2º DOMINGO CUARESMA |
EN EL 2º DOMINGO DE ADVIENTO
«Ahora ha llegado el tiempo de la consolación. La tristeza y el miedo pueden dejar lugar a la alegría, porque el Señor mismo guiará a su pueblo por la senda de la liberación y la salvación. ¿En qué modo se realizará todo esto? Con el cuidado y la ternura de un pastor que cuida su rebaño. Pero, no podemos ser mensajeros de la consolación de Dios, si nosotros mismos no experimentamos la alegría de ser consolados y amados por Él.
Esto sucede especialmente cuando escuchamos su palabra, cuando permanecemos en la oración silenciosa en su presencia, cuando nos encontramos con Él en la Eucaristía o en el Sacramento del Perdón. Así que dejemos que la invitación de Isaías – "Consolad, consolad a mi pueblo" – resuene en nuestro corazón en este Adviento».
Papa Francisco