« PLEGARIA EN EL 2º DOMINGO CUARESMA |
¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO! (fragmento)
¡Señor mío y Dios mío, hoy proclamo esta bella profesión de fe para decirte que te amo, que quiero serte fiel; deseo proclamar al mundo que verdaderamente has resucitado y que yo lo siento en lo más profundo de mi corazón! ¡Quiero ser siempre tu amigo, Señor, y, aunque son muchas las veces que me equivoco y me desvío del camino, quiero obedecer tus mandatos y seguir tu ejemplo!
¡Señor mío y Dios mío, Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida! ¡Que no olvide nunca esto, Señor! ¡No permitas que me aparte de la gente de mi comunidad, que no vaya por libre, porque, hacerlo así, es alejarse de los creyentes y de la fe! ¡
Y, a ejemplo de santo Tomás, Señor, ayúdame a no experimentar miedo ni temor a seguirte, a proclamarte, a anunciar Tu Palabra, a no avergonzarme ante nadie de ser cristiano! ¡Y, al igual que con santo Tomás, ten paciencia conmigo, ten paciencia de mi pobreza y de mi pequeñez, de mis incredulidades cotidianas, de esa fe que se tambalea tantas veces cuando no salen las cosas como las tengo previstas!...
¡Ayúdame, Señor mío y Dios mío, a creer siempre en Ti con todo mi corazón, con toda mi mente y con toda mi alma para que sanes las heridas de mi pobre corazón y me hagas, cada día, una persona nueva, capaz de vivir acorde con el Evangelio y capaz de anunciar la buena nueva al mundo de hoy!