« PLEGARIA EN EL 2º DOMINGO CUARESMA |
Jun
23
Pregoneros y profetas
Cuando pase el mensajero que no me encuentre dormido, afanado en otras metas, indiferente a su voz. Que no sea su relato semilla que el viento barre o luz que a nadie ilumina. Cuando pase el mensajero que no le vuelva la cara para esquivar su propuesta.
Se presentará en un libro, en un verso, o será estrofa de un canto que me envuelva. Vendrá, tal vez, en un amigo, en un hombre roto, o en el pan partido. Le abriré la casa, pondré en juego el corazón y escucharé, con avidez, sus palabras. Y, entonces, me cambiará la vida.
José María R. Olaizola, sj