« PLEGARIA EN EL 2º DOMINGO CUARESMA |
Ago
17
“TEN COMPASIÓN DE MI, SEÑOR”
A veces, Señor, te siento pasar, pero no te detienes para mí, pasas de largo, y yo te grito como la Cananea. ¿Me atreveré todavía a acercarme a ti? Seguro que sí, los perritos echados fuera de la casa de su amo siempre vuelven a ella, y cuidando guardar la casa, reciben cada día su ración de pan. Echado, aquí estoy todavía; frente a la puerta, te llamo; maltrecho, suplico. Así como los perritos no pueden vivir lejos de los hombres, ¡de la misma manera mi alma no puede vivir lejos de mi Dios!
Guillermo de San Teodorico, monje