Categoría: "EVANGELIO COMENTARIOS"
Tercer Domingo de Pascua
Hemos tenido que esperar tantos años para que en la Iglesia volviera a resonar el mensaje del amor, de la misericordia y de la ternura que están en el centro del evangelio. Durante muchos años hemos estado preocupados por otras cosas, sobre todo por la doctrina, el cumplimiento y las normas. El papa Francisco ha pedido una vuelta a lo esencial, al centro del evangelio. Para ello ha promulgado el Jubileo de la Misericordia. Lo ha hecho a continuación del Sínodo de la Familia donde han ido apareciendo problemas nuevos que exigen también una aproximación nueva. No se trata de cambiar la doctrina del matrimonio cristiano sino la manera de acercarnos a las vidas concretas de los matrimonios. No se puede uno parapetar en normas generales y abstractas sino que hay que entrar en contacto con la vida real.
DOMINGO 2º DE PASCUA
Leyendo las lecturas de hoy, Domingo II de Pascua, me pregunto dónde está la Divina Misericordia. Y este preguntar exige un contestar. La respuesta es el reto para hoy. Aunque ya anticipo que esta Misericordia que hoy celebramos y que es el motivo de todo un Año Jubilar Extraordinario, ya está cumplida por parte de Dios, queda acogerla, vivirla y proclamarla.
Domingo de Ramos
En este año del Jubileo de la Misericordia, la Semana Santa tiene un relieve particular. En ella celebramos el misterio del amor de Dios manifestado en la entrega de su hijo Jesús. La manifestación más palpable de ese amor misericordioso es el perdón de los pecados y la reconciliación con Dios y con nuestros hermanos. Hemos dejado de ser enemigos los unos de los otros y tenemos la posibilidad de vivir como hermanos, hijos de un mismo Padre. Eso pide de nosotros un nuevo estilo de vida, que está en contraste con el mundo en que vivimos en el que impera la violencia y la venganza. Jesús ha pedido el perdón para nosotros porque conoce a fondo de qué materia estamos hechos. Muchas veces no sabemos lo que hacemos. Nadie hace el mal porque ame el mal, sino que ofuscados confundimos el bien verdadero con lo que nos parece un bien, al menos agradable.
Quinto Domingo de Cuaresma
El Papa ha enviado sus misioneros de la misericordia a todo el mundo con la facultad de perdonar todos los pecados. No debemos pensar sólo en las personas que consideramos que llevan una vida opuesta al evangelio, alejados de la Iglesia y de toda moral. Sin duda que éstos están invitados de manera especial a volver a la vida cristiana. Pero estos últimos años han sido muy amargos para la misma Iglesia pues de pronto ha descubierto el pecado incluso en los miembros de la jerarquía. Se trata del terrible pecado del abuso de menores y de su encubrimiento. Con humildad tenemos que colocarnos todos, pecadores, iguales, ante la cruz de Cristo, para recibir el perdón. La Iglesia, en cuanto realidad humana, es una iglesia de pecadores, en cuanto realidad divina es una iglesia santa. Esta año del Jubileo de la Misericordia es una oportunidad que no debemos perdernos pues todos estamos necesitados de la misericordia amorosa de Dios nuestro Padre.
4º DOMINGO DE CUARESMA
Del padre misericordioso… Del hijo pródigo… Del hijo tibio… De cuántas maneras puede llamarse esta parábola tan entrañable y tan nuestra. ¿Quién no ha tenido alguna experiencia en torno a la realidad que muestra? Como es el Año de la Misericordia parece justo detenerse en la figura del padre que espera y espera a que el hijo muerto reviva, a que el hijo perdido sea encontrado. Pero, sin descuidar esta perspectiva, voy a detenerme en la del hijo mayor.