Categoría: "HOMILIAS"
HOMILÍA
Nos acaban de ser proclamadas las lecturas propias del quinto domingo de cuaresma, el último de este tiempo, antes de comenzar la Semana Santa. Y las hemos escuchado en vísperas de celebrar la fiesta de la anunciación del ángel a María y de conmemorar la Encarnación del Hijo de Dios que, todos los años, celebramos el día 25 pero que este, al coincidir en domingo, su festividad se traslada al día siguiente. Mañana celebraremos también el llamado “día de la vida” con ese lema que ya conocemos por los carteles que están puestos en las puertas de las Iglesias: “Ama la Vida, toda la Vida”. El 25 de marzo es el comienzo de un proceso de nueve meses que terminará el 25 de Diciembre, con la celebración del nacimiento de Jesús.
HOMILÍA
Poco a poco, nos vamos acercando a la celebración de los días grandes de la Semana Santa. Y, la Palabra de Dios que vamos escuchando, quiere ayudarnos a vivir, con fuerza, los acontecimientos que, en ella, tuvieron lugar. Y, junto a la reflexión sobre esa Palabra de Dios, la Iglesia nos invita, en este domingo, a meditar en la necesidad de que, nuestras comunidades parroquiales, cuenten con el suficiente número de sacerdotes para atenderlas. Hoy se celebra el llamado “Día del Seminario.” El seminario, como sabemos, es el lugar en el que se forman los futuros sacerdotes. Necesita el apoyo, la oración y la colaboración económica de todos los cristianos para cumplir con su misión. La colecta de este día servirá para ayudar al Seminario.
HOMILÍA
Hemos escuchado las lecturas propias del tercer domingo de cuaresma. Vamos avanzando en nuestro camino hacia la Pascua y los textos bíblicos de este día nos quieren ayudar a quitar el lastre que nos impide avanzar y darnos la fuerza necesaria para vivir el amor que debemos a Dios y el que estamos llamados a mostrar a los que están a nuestro lado. Meditemos, con paz, el mensaje de estas lecturas no solo ahora, mientras estamos en Misa, sino también a lo largo de la semana. Que nos sirvan para hacer oración, para ver lo que tenemos y nos falta, para pedir al Señor la ayuda que necesitamos para cambiar.
HOMILÍA
Ha resonado en nuestros oídos y ¡ojalá que también en nuestros corazones! la Palabra de Dios, los textos bíblicos correspondientes al segundo domingo de Cuaresma. Han sido palabras del antiguo y del nuevo testamento que nos han contado hechos que todos conocemos de memoria. ¿Para qué escucharlos de nuevo? Quizás porque, aunque los acontecimientos que nos cuentan sean los mismos, nosotros cambiamos cada año y Dios nos puede estar diciendo cosas nuevas a través de ellos. No tengamos miedo de reflexionar sobre lo escuchado. No pensemos que pueda ser tiempo perdido. El Señor nos espera a todos y a cada uno de nosotros para hablarnos al corazón.
HOMILÍA
El pasado miércoles, todos fuimos llamados a recibir la ceniza sobre nuestras cabezas, como un signo visible del comienzo del tiempo cuaresmal. Hoy hemos escuchado las lecturas propias del primer domingo de cuaresma. Dejémonos interpelar por ellas, por ese mensaje de conversión que encierran. Y pidamos la ayuda de Dios porque no es fácil cambiar. El egoísmo nos puede. El “yo” ocupa frecuentemente el primer lugar y siempre encontramos excusas para pasar al “tú” y al “nosotros” y al “vosotros”. La cuaresma es un tiempo de esfuerzo por nuestra parte pero también de estar dispuestos a recibir de Dios su perdón y su gracia. Juntos, Él y nosotros, haremos el pequeño milagro de esa conversión que tanto necesitamos.
